y rareza, por presentar la cosmografía americana, según él entendía,
haciendo un resumen de los descubrimientos conocidos.
En el primer tomo de las Décadas Oceánicas, como
generalmente se conoce esa obra de Mártir, aparece en el Libro II, el
relato que Mártir hiciera en una epístola que dirigió al Vizconde
Ascanio Sforcia, acerca de los acontecimientos del segundo viaje de
Colón a las Indias, en la forma que él oyera referir a Antonio de Torres,
que vino al comando de los doce navíos enviados por Colón desde la
Española, para dar cuentas a sus altezas, Don Fernando y Doña Isabel,
de todo lo ocurrido, con despachos o memoriales de Colón entregados a
De Torres por el Almirante. Parte de esa epístola, arreglada en 1511,
para ser incluída en las Décadas, aparece así:
... Dejando pues, para otro tiempo la exploración de estas
islas, que no pudieron contar por su muchedumbre y por la confusa
disposición en que están, prosigue su camino; pero 46 hombres con
ciertas naves más ligeras, que no necesitaban mucho fondo, pasaron por
entre medios, dirigiéndose las mayores por alta mar por temor de los
escollos. A este grupo de islas llamaron el Archipiélago.
“Marchando de estas aguas, hay a la mitad de camino una isla
que los indígenas llaman Burichena. A ésta la llamó la isla de San Juan.
De aquí decían eran oriundos muchos de los que habían sido libertados
de los caníbales”.
“Por no detenerse, pasaron de largo esta isla; pero en su último
ángulo de occidente bajaron a tierra unos pocos sólo para tomar agua,
donde encontraron una casa grande y principal, según la costumbre de
aquella gente, rodeadas de otras doce vulgares, pero desiertas. No se
averiguó claramente si habían abandonado completamente las casas,
porque según las estaciones del año, ya se van a las montañas por razón
del calor, ya a los llanos cuando hace frío, o si habría sido por temor a
los caníbales”.
“Toda la isla tiene un solo rey, y cuando manda, se le obedece
con admirable reverencia. La costa meridional de esta isla que
bordearon se extiende casi a 200,000 pasos. Por la noche, dos mujeres y
un joven de los libertados de los caníbales, echándose al mar, se
marcharon nadando al suelo natal”.
“Con lo que quedaban llegaron ya pocos días después a la
deseada Española,...”
Bibliografía
González Ginorio, J. (1971). El Descubrimiento de P.R. San Juan, P.R.:
Ediciones Borinquen,
Editorial Coquí. Pp. 119-124.
anascopr
(Anascopr)
#1