mantener una bipolaridad en esta cuestión. Entonces la parte
roja o masculina que representan los actos de injusticia
excepcional sería sustituida por la técnica y el trabajo como
fuente de estímulo, y la parte azul o femenina que representa la
justicia abarcaría en su totalidad el área que se ocupa de la
norma moral.
Es decir que desde el punto de vista material que corresponde de
la parte roja o masculina el placer lo debe proporcionar el
trabajo y los frutos de la ciencia, y desde el punto de vista azul o
espiritual el placer debe surgir de considerar la justicia como el
eje de la conducta moral. Esto es así, porque el cerebro necesita
obtener estímulos desde dos fuentes distintas una material,
masculina y roja, en el plano vertical y otra espiritual, femenina y
azul en el plano horizontal. En cada plano dimensional existe una
versión roja, masculina y cálida y otra versión azul, femenina o
fría, por ejemplo, en la comida esa representación la cumplen la
sal como elemento rojo y masculino, y el azúcar como elemento
azul o femenino. Es cierto que estos no son los únicos alimentos
de los que nos debemos nutrir, pero sí representan dos polos
fundamentales en los que la alimentación se apoya, por eso las
células gustativas están diseñadas para que nos gusten estas
sustancias. Con respecto al plano en el que se relacionan la
justicia y la injusticia, es evidente que la mayoría de la gente no
es justa siempre, eso explica por qué en algunas ocasiones las
personas tratan de obtener placer mediante los actos injustos,
de entre ellos solo una mínima parte llegan a convertirse en
déspotas o criminales, por eso y con el fin de prevenirlo, es
importante comprender los fundamentos metafísicos de esta
cuestión.
En cualquier caso, y desde el punto de vista de la dimensión roja
o masculina, el trabajo y la técnica deben ser las principales
antonio.p
(Antonio.P)
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