El origen del cosmos

Esos lugares están hechos para los hipócritas, porque quieren
engañarse a sí mismos y a los demás mediante absurdos rituales
o falsas canciones para aparentar ante todos que son muy
cristianos cuando solo son sepulcros blanqueados, pero Dios
sabe que el verdadero cristiano no construye ídolos ni recurre a
gestos materiales, porque se confirma con los hechos y no con
las apariencias. Un ser evolucionado sabe, que el templo que
agrada a Dios no se encuentra en ningún edificio sino en el
centro de nuestro corazón. Un hombre evolucionado cuando
mira a su alrededor no ve solo imágenes, sino también el
significado profundo de las cosas, porque ha conseguido
encontrar la verdad a través de la meditación.
La lucha por el progreso es una lucha intelectual, pero también
es una batalla moral del bien contra el mal que terminará cuando
los demonios sean expulsados de la tierra. Cuando eso ocurra, ya
solo quedará el mal en los mundos más primitivos, esos mundos
donde la gente no es capaz de diferenciar lo verdadero de lo
falso y la luz de la oscuridad. Cada día que pasa es mayor la luz
que recibe el mundo, pero hay que tener en cuenta que el
progreso no es lineal, porque se realiza con avances y retrocesos
continuos, porque cada vez que la humanidad da un salto
evolutivo hacia delante, se adentra en un terreno nuevo y en
consecuencia corre el riesgo de cometer nuevos errores que la
vuelven a empujar hacia atrás. El progreso ocurre, porque los
retrocesos son más cortos que los avances. Cuando una persona
en particular, o el conjunto de la humanidad en general se
adentran por un camino equivocado, la única forma de volver al
camino correcto es retroceder todo el camino recorrido antes de
continuar por el correcto. Eso significa, que muchas veces es
necesario retroceder para poder avanzar. En la actualidad, el
gran desarrollo tecnológico que ha conseguido la humanidad de